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5 razones por las que ver: Hajime no Ippo


Entre tanta carga negativa con "5 cosas que detesto de..." traemos el otro lado de la moneda.
5 puntos para defender determinas series que seguramente no viste o pasaste de largo por que o no te llamaba la atención el estilo de dibujo o no entendiste de que trataba.

Las historias de deportes y auto-superación, siempre van de la mano. Resultando atractivas a un sín número de personas a lo largo del globo y llegando en miles de formatos diferentes, como novelas, películas, series y por supuesto mangas y animes.

Pero muy pocas logran prevalecer tanto tiempo en la memoria colectiva de sus fans, a la vez que se va superando a sí misma con el paso de los años, sin sentirse nunca que la fórmula se va repitiendo y estirando como un chicle.

Hajime no Ippo o "Espiritu de Lucha" como se la conoció por estos lares, es un claro ejemplo de esto. Donde la historia de un simple boxeador desde sus humildes comienzos hasta sus peleas por el título mundial se vienen contando desde hace más de 25 años de forma semanal y nunca dejan de sorprender por las vueltas de tuerca que el autor puede llegar a plantear.

Es por eso que ahora presentamos....

En esta ocasión traemos una gloria que seguro pasaste de largo por considerarla muy rara por la temática de boxeo o por los personajes no tan Bishonen. Hajime no Ippo, una de las tres glorias de los shonen actuales.

1-Está en el podio de los dioses.



En Japón, existen miles de revistas de mangas, pero las más importantes son solo tres: La Shonen Jump, la Shonen Sunday y la Shonen Magazine.
Cada una de estas revistas, tiene una serie insignia, una serie cuyo éxito y popularidad es tan grande, que directamente es la gran responsable de que miles de personas sigan comprando la revista semanalmente.
La Shonen jump tiene a la imbatible One Piece, la Shonen Sunday tiene a Detective Conan y por último, la Shonen Magazine tiene a Hajime no Ippo con esa responsabilidad.
De hecho, a diferencia de One Piece y Detective Conan, -que arrancaron a finales de los 90'-, la serie de Ippo se viene publicando semanalmente desde 1989, manteniéndose todo ese tiempo, siempre en el top de ventas de su editorial, teniendo actualmente un status de clásico contemporáneo.

2-La historia se mantiene fresca como en el primer día.



Nuevamente a diferencia de Detective Conan y One Piece, Hajime no Ippo es la única que se centra en el campo deportivo, en este caso el boxeo. Eso trae una serie de ventajas y desventajas que se van notando con el paso de los años. Por un lado es fácil utilizar la fórmula de torneos y enemigos a vencer mientras se va perfeccionando las habilidades y las técnicas de lucha, pero por el otro lado esto ocasiona que la trama se estanque en una repetición infinita de torneos y enemigos, volviéndose vacía con el paso del tiempo.

Algo que afortunadamente no pasó en ningún momento con la historia de Hajime no Ippo, en los más de 25 años que lleva publicándose la historia. Esto se debe a que George Morikawa, autor del manga, es un reconocido ex-boxeador y entrenador de campeones, por lo que su experiencia en el campo lo ayuda a plasmar siempre nuevas situaciones, motivaciones reales y dramas comunes en la vida de boxeadores reales. Esto permite que los personajes se sientan vivos y no tan estereotipados a los típicos shonen de peleas, porque en definitiva, lo que estamos presenciando es la historia de un boxeador desde sus humildes inicios hasta su consagración como campeón mundial.

3-La carga emotiva que solo los shonen deportivos saben trasmitir.

Y si, entre tantos boxeadores que buscan alcanzar la misma meta, es imposible que no se cuenten lacrimosas historias de autosuperación bien de machos, como peleas contra ex-compañeros, revanchas con tintes de venganza y hasta defender el honor nacional.
Todas las peleas que tuvo que enfrentar Ippo a lo largo de todos estos años, le dejaron al autor un abanico de miles de personajes interesantes con los cuales contar diferentes tipos de historias en un sin fin de contextos diferentes. Por lo que muchas veces Ippo no será el centro de atención de la historia por varios capítulos, haciendo que no se sienta un completo desgaste y cansancio sobre el personaje principal.
Los momentos íntimos, de reflexión, de desazón, de tristeza o alegría, toda esa gama de emociones son magistralmente desplegadas por el autor.



4-Madhouse te da la dosis justa.



Mientras que Toei Animation mantiene a Luffy todos los domingos sin falta, entre bajones de animación, openings que cambian cada siglo para ahorrar costos de producción -y eso que no contamos los rellenos y alargues innecesarios con tal de no alcanzar el manga original. Y Detective Conan recicla sus historias una y otra vez en sus capítulos de relleno -Ya vimos mil veces la del tipo que asesina con la botellita y la vela!!!- Madhouse sabe adaptar las aventuras de Ippo en dosis justa por medio de diferentes temporadas que se van produciendo de forma intermitente.

No teme hacer pausas entre dos o tres años entre temporadas para dejar que el manga original se añeje lo suficiente para contar varias peleas de un saque, mejorando la animación entre entrega y entrega.
Actualmente tenemos tres grandiosas temporadas si es que nunca le diste una oportunidad: Hajime no Ippo (76 episodios), New Challanger (26 episodios) y Rising (25 episodios).

5-Está doblada magistralmente la primera temporada.



Los actores de doblaje le pusieron toda la onda

Aunque sea solo la primera temporada, la serie llegó a Latinoamérica doblada en México de una forma magistral, aunque es una lástima que no la transmitieran como se lo merecía, viéndose completa en algunos países ocasionales y por muy poco tiempo.
Con un trabajo exquisito de doblaje en todos los sentidos, manteniendo todos los Op y Ed intactos en su japones natal -inédito por esos años- y con un cast de voces de profesionales que muy rara vez doblan animes, le da un cierto aire distinto y especial a esta serie.
De hecho, es el trabajo más profesional de Gabriel Ramos, actor de doblaje que desgraciadamente quedó asociado a Ash Ketchup de Pokemon.
Otros grandes que trabajaron en la serie son Mario Arvizu -único trabajo suyo en anime, Pepe Antonio Macias -en uno de sus papeles más serios en anime y el gran Pedro D'Aguillón.

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