100 animes de la década 2011/20 (60 al 56)
60-Gin no Saji (2013)
Luego de ese éxito indudable que fue FullMetal Alchemisth, Hiromu Arakawa se despachó con una obra mucho más tranquila y placentera como Gin no Saji o “Silver Spoon”, como muchos la recuerdan.
Este anime representa casi un sub-género que de vez en
cuando aparece: el de mostrarnos el día a día de unos trabajadores promedio
(bomberos, policías, etc.), en este caso como es la vida en una granja desde
los ojos de un “citadino” protagonista.
En el fondo es un anime que si no hubiera salido de la pluma
de Arakawa, muy difícilmente hubiera tenido un anime. Pero qué bueno que los
estudios le dieron una oportunidad porque verlo fue una experiencia, que si
bien no cambiará a nadie, sirve para ver la versatilidad del anime.
59-Hataraku Maou-sama! (2013)
El humor funciona pese a ser muy simplón: un outsider tiene
que acostumbrarse a la cultura moderna ocasionando situaciones desopilantes.
El anime es eso, no busca nada más, pero afortunadamente consigue
entretener y por eso este año (2022), es decir casi nueve años después, su secuela
es más que bien recibida por la comunidad.
Los 13 capítulos que componen su primer temporada solo
sirvieron para presentar a los personajes principales por lo que es de suponer
que ahora podrán arrancar en serio con el conflicto principal sobre por qué las
cosas terminaron pasando como nos mostraron al inicio.
58-No Game no Life! (2014)
Estamos hablando de un Isekai que… ¡Funciona! La historia de
los dos hermanos genios que van un mundo donde todo se arregla a base juegos de
ingenio fue muy valorada en su momento y hoy por hoy también tiene una gran
comunidad que la adora.
Es una obra con personajes carismáticos, buenas batallas de
ingenio, parodias a la cultura otaku y un concepto que si bien no es novedoso,
si logra ser por demás interesante.
En 2017 salió la película precuela, que no es mala, pero la
verdad uno quiere ver cómo avanza la historia.
57-Boku wa Tomodachi ga Sukunai (2011)
Dejando de lado el final de la novela original (que de tan
malo no lo adaptaron al anime), la propuesta inicial era muy buena, sobre todo
el primer anime que tenía unos diseños bastante simpáticos.
La historia de un “club de amigos” que lo que busca es
aprender a “hacer amigos”, fue interesante. Si bien nunca se lo toman realmente
en serio y gran parte del encanto de esta serie pasa por el fanservice, la
verdad que tratar de entender que significa realmente tener amigos y como los
prejuicios muchas veces juega en contra a la hora de querer entablar relaciones
humanas.
Si bien parte de la típica idea del “protagonista con cara
de malo, pero de buen corazón” con un harem, en retrospectiva los personajes tenían
la suficiente personalidad, como para destacarse si los comparamos con
propuestas un poco más actuales.
56-Sword Art Online (2012)
El concepto de “estoy atrapado en un videojuego” no era para
nada nuevo (de hecho la franquicia .Hack lo hizo casi una década antes), pero logró
que fuera atractivo y hoy por hoy su propuesta parece más vigente que nunca con
la idea de un metaverso a la vuelta de la esquina.
El problema por este anime es que se estiró demasiado el
chicle; al principio el estar atrapado en un juego significaba algo y era loco
ver como los personajes tomaban diferentes visiones sobre el conflicto: desde
animarse a pelear a simplemente sobrevivir y acostumbrarse a esa nueva
realidad. Las siguientes temporadas perdieron ese detalle y ese fue su talón de
Aquiles.
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