Lo nuevo

Impresión Final: ¿Vale la pena ver Beastars?

 



Beastars es una serie de misterio enmarcada en un mundo de animales con rasgos antropomórficos. En una escuela donde concurren todos tipos de animales, alguien asesinó cruelmente a la alpaca Tem y por supuesto, los ojos están puestos en el único lobo de la clase; nuestro protagonista Legosi.

No obstante, lo bueno de Beastars es el rico y basto mundo para explorar que propone la serie. Es decir, podés quedarte en la superficialidad del planteo del misterio principal y pasar un buen rato pero también podés adentrarte un poco más y descubrir un mundo fascinante lleno de personajes con dilemas sociales, políticos y culturales muy parecido al nuestro.

Y es que la gracia de Beastars está en descubrir la forma como la autora se las arregló para presentar a la audiencia temas como la discriminación, la intolerancia, la hipocresía y muchos otros asuntos polémicos de una forma bastante sincera y sin la necesidad de sermonear al espectador.

Por un lado la trama nos presenta a los herbívoros que reniegan de su condición al no tener cuerpos fuertes o atléticos con lo cual defenderse, viviendo con recelo y temor de los carnívoros, quienes a su vez tienen que vivir en una sociedad que los discrimina por algo que no eligieron ser y encima los controlan hasta el punto de tener que vivir con medicamentos que atentan contra su desarrollo natural y les causa un terrible dolor y angustia.

Es decir, la serie podría dejar el tema de la discriminación con esta sola premisa y listo, pero además se las arregla para tocar otro tema; el reprimir los instintos y deseos también está mal, es algo que atenta contra la naturaleza y negarlos solo nos enferma y daña psicológicamente.

Vamos con algunos ejemplos; Por su condición de lobo a Legosi le enseñaron que lo mejor es mantener un perfil bajo y nunca llamar la atención para no molestar con su sola presencia a los animales más pequeños, pero eso ocasionó que sea tímido, retraído y camine encorvado todo el tiempo.

Louis por su parte, es un ciervo al que todos aman y respetan pero que vive envidiando a Legosi por su condición de carnívoro, ergo su poder y fuerza natural. Quiere ser un Beastars y mejorar la condición de los herbívoros, pero a su vez sabe que eso nunca conseguirá cambiar las tornas de la superioridad de los carnívoros. Encima que Legosi viva en la oscuridad, ocultando su condición lo saca de quicio.

Así todos y cada uno de los personajes tiene un problema ligado a su condición natural que porque X o Y razón no puede resolver y solo les queda acostumbrarse a vivir con él. Algo muy similar a lo que nos pasa en nuestra propia sociedad: envidiamos al rico, discriminamos al pobre o al que pertenece a otra raza.

Quizás nos guste mentirnos con la idea de “yo no discrimino”, pero inconscientemente llegamos a tener algún tipo de recelo o envidia con el otro, que seguramente terminará explotando ante una situación de nervios o crisis, tal cual le pasa a la coneja cuando se acerca el lobo a saludarla.

El anime o el manga

Si bien el anime hace un estupendo trabajo a la hora de plasmar en animación Cell Shading (3D que simula con sus colores al arte 2D) el mundo de Beastars, personalmente recomiendo leer el manga.

La autora del manga -Paru Itagaki- tiene un estilo de dibujo tan particular -bastante parecido al comic europeo- donde las expresiones de los personajes son tan vividas que se entiende perfectamente lo que están pensando o sintiendo algo que el anime no consigue al preferir un diseño de personajes más estilizado y simétrico. De hecho, el propio Legosi es mucho más expresivo en el manga que su contraparte animada.

Con 22 tomos, la historia está finalizada por ahora y con justa razón. Sin ánimos de ofender a los fans, la historia ya no daba para más.

El problema central entre el lobo, el ciervo y la coneja estaba resuelto hace rato y de hecho estos dos últimos personajes ya ni aparecían en la parte final del manga, además que el misterio del asesinato de Tem fue resuelto exactamente en donde está terminando el anime actualmente en su segunda temporada.

Lo único que quedaba de interesante es la forma en que la autora presentaba nuevos animales y nos enseñaba sus costumbres en un mundo humanizado pero nada más, la idea de los “híbridos” era interesante pero ya se sentía que se estaba “rizando el rizo” más de la cuenta y perdía la gracia inicial.

No obstante, es un viaje interesante lleno de reflexiones, buenas peleas que vale la pena revisar.

No hay comentarios.