100 animes de la década 2011/20 (95 al 91)
95-Nana Maru San Batsu (2017)
Los animes/manga deportivos en general tiene una fórmula que pueden usar para casi cualquier cosa; joven con un talento natural para cierta actividad inutil, descubre de golpe que existe un deporte cuya habilidad era realmente vital para sobresalir en dicha disciplina.
Encima tambíen descubre que existe un grupo enorme de aficionados que matarían por tener su habilidad.
Esa fórmula se puede emplear para todo; cocinar, cocer, saltar, memorizar y un largo etc.
En San Batsu, el titular descubre que su habilidad de comelibros y memorizar cualquier dato por más ridículo que sea, le sirve para los torneos
de Trivia, esos donde te piden contestar en forma de pregunta cuál es la capital de
Birmania.
La serie es graciosa por el nivel de seriedad con el que los personajes se toman las competencias de este estilo e incluso lo lógico y convincente que pueden sonar sus estrategias de memorización y adivinación.
Encima cuando descubrís que efectivamente existe un mundo de
personas que en la vida real se dedican a esto es genial y es imposible no esbozar una sonrisa y querer participar de un torneo de este estilo.
El punto negativo
es que la obra no enganchó en entre los fans en general y solo se quedó en una
triste única temporada de 12 episodios con un final que solo podés leer en
formato manga.
94-Futsuu no Joshikousei ga [Locodol] Yattemita.
(2014)
Que la municipalidad de un pequeño pueblito se esmere por tener su propio grupo de Idols muestra que tan arraigado este concepto de “Jóvenes estrellas” en la sociedad japonesa.
Aqui vale aclarar que justamente "Locodol" viene de "Idol Local".
En la trama, Nanako y Yukari son dos chicas que salen en la tele municipal promocionando la lavandería del barrio o el plan de descharchado municipal.
Lo mejor de todo es que te lo muestran como algo que factiblemente debe estar pasando en cualquier pueblito rural japonés.
Estamos hablando de una propuesta tranquila y
sin pretensiones pero que resulta ser bastante educativa sobre la sociedad japonesa.
93-Kiseijuu: Sei no Kakuritsu (2014)
Hitoshi Iwaaki. Es un mangaka que sabe contar historias
poniendo el énfasis en el desarrollo de los personajes. Su manga Historie es
una joya que muchos esperan ver pronto animada.
Pero por lo pronto, Parasyte, de parte de Madhouse, es una
buena forma de iniciarse a su mundo y estilo narrativo. Lamentablemente, es uno de los trabajos más
flojos de la citada casa de animación que en el pasado nos trajo joyas como
Death Note y Sakura Card Captor.
No es una mala adaptación, pero sus diseños 3D utilizados
para las personas de fondo deja mucho que desear y envejeció terriblemente mal
(bah, para la época se veían incluso horribles). Actualmente, existen animes
con animación 3D excelentes como Beastars o Dorohedoro, pero se ve que por 2014
esa tecnología todavía estaba en pañales.
Sobre la trama, la idea de parásitos tratando de ocupar el
lugar de los humanos no es novedosa, pero está perfectamente ejecutada y los
dilemas morales que se hablan sobre lo que es ser una especie dominante, es muy
interesante.
Realmente te hace reflexionar el por qué el ser humano está
en el tope de la cadena alimenticia y que haríamos cuando aparezca una raza
superior.
92-Degashi Kashi (2016)
Es loco pensar
que esta serie nació como un manga de comedia y no como un comercial camuflado de dulces y golosinas.
La trama nos presenta Hotaru, una hermosa pero infantil, joven hija de un importante
empresario chocolatero que va a un pequeño pueblo para convencer a los dueños
de una tienda de dulces local de que accedan a convertir su modesto negocio en
una sucursal de su empresa.
Lo más loco de
todo es que el dueño se niega a vender porque quiere heredarle la tienda a su
hijo, pero este quiere mandar todo al diablo porque en realidad quiere ser
mangaka profesional.
En este punto la
serie muestra en cada capítulo la historia de un dulce en particular y su
importancia en la cultura japonesa, desde cómo fue creado hasta que tipo de
juegos suelen ejecutar los niños con los juguetes que vienen de regalo.
Me imagino que
para los japonesas es una carta de amor a su propia infancia azucarada, por
poner un ejemplo es como si aquí te recordaran como te divertías con los tazos,
los huevos Kinder y similares.
La trama tuvo una continuación en una segunda temporada pero el nuevo estudio rediseñó los personajes y cambió el anime a uno de 15 minutos por episodio. Lo bueno es que siguió la trama de la historieta, lo malo es que no llegó al final de la misma.
91-Outbreak Company (2013)
Un Isekai, antes
que los Isekai fueran populares.
Shinichi es un otaku que lo mandan como profesor a un mundo de fantasía medieval porque los habitantes de ese lugar les gustaron mucho esa movida de juegos, anime y mangas.
El plan es que gracias
al trabajo de Shinichi, el gobierno pueda empezar a crear relaciones públicas entre ambos mundos.
Lo bueno de esta serie es que además de una excelente calidad de animación, los personajes no son tan estereotipados como son ahora los protagonistas de los Isekai modernos.
Al contrario, llega un punto en que podés empatizar con ellos y se terminan
tocando algunos temas serios como el ser hikkikomori, la apropiación cultural y
muchas cosas más.
Otro punto a favor que tiene este anime es que no se toma muy enserio su propuesta de un mundo de fantasía (como Re Zero) pero tampoco llega al completo absurdo (como Konosuba).
Logrando un mix
interesante de ideas por explotar entre lo que es ser otaku y como se imagina
uno la fantasía de ir a otro mundo y que te respeten por tus innecesarios conocimientos de una cultura que no tiene pies ni cabeza.
Lamentablemente
si bien el anime buscó cerrar una de las tramas principales, te da la sensación
de que le quedaba mucha tela por contar y personajes interesantes por conocer.
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