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100 animes de la década 2011/20 (90 al 86)

 90- Hataraku Saibou (2018)



Este anime fue una sorpresa por lo absurdo de su propuesta pero a su vez lo didáctico que terminó siendo gracias el cuidado con los detalles científicos que manejaba. 

Al principio temía que el contexto solo fuera una excusa para incorporar todas las locuras relacionadas al mundillo otaku (Idols, Isekais, etc) pero afortunadamente al final fue lo suficientemente moderado para considerarla una serie que puede ser disfrutada tanto por fans del anime como por terceros casuales.

De hecho no solo resultó una propuesta entretenida, sino que muy educativa hasta el punto que se puede encontrar en Youtube a varios médicos profesionales analizando la serie y dándoles el visto bueno en cuanto a la información vertida.

En cuanto al humor es simple, pero efectivo y con gran acierto logran darle a cada célula del cuerpo una personalidad basada en estereotipos clásicos del anime.

Con esta serie, David Production se empezó alejar un poco del espectro de “ser el estudio que anima Jojo” y ofreció algo diferente.

En síntesis, es una serie que demuestra la creatividad japonesa a la hora de contar historias con cualquier concepto, siempre y cuando logren centrarse y no se vayan por las ramas con sus locuras.




89- Angolmois: Genkou Kassenki (2018)

Este anime fue trabajo bastante digno del estudio NAS, un estudio pequeño que le cuesta despegar y siempre termina trabajando ayudando a otros estudios más grandes.

Estamos hablando de la adaptación de un manga que cuenta un hecho histórico bastante trágico para los japoneses; la batalla de Tsushima.

Se trata de una de las peores masacres que sufrió el ejército japonés a manos del imperio mongol en 1274. Al ser Tsushima la isla más cercana al continente asiático siempre se la consideró la puerta de entrada para los ejércitos extranjeros.

En la historia un grupo de ex condenados a muerte se los envía a esa isla para que sirvan como “carne de cañón” y retrasen lo más que puedan la embestida mongola. La mayoría de los condenados eran ex soldados que no tenían nada que perder y ofrecen sus vidas para tratar de salvar a los pocos aldeanos que habitaban la isla.

El anime cuenta la primera oleada mongola y la casi aniquilación del ejército japonés, no adaptando la consiguiente contra ofensiva -que tuvo más ayuda divina que otra cosa-.

Al año siguiente de la salida de este anime salió el juego “Ghost of Tsushima” que relata la misma historia y le fue mucho mejor en ventas,  aclarando que son producciones totalmente diferentes y que solo toman de base el mismo hecho histórico, es decir que cuentan historias totalmente distintas. 

Además se anunció recientemente que la historia del juego tendrá una adaptación a película Live Action.

88- Tiger Mask W (2016)

Se trata del glorioso regreso de unos de los personajes más famosos del manga/anime de los años 70’. Tiger Mask es una de las creaciones más queridas de Ikki Kajiwara el autor de Ashita no Joe.

“W” funciona como una especie de continuación con otro protagonista que toma el legado del primero. No obstante, es que es una historia que se puede disfrutar sin haber visto la historia original.

El dato loco viene que el personaje de “Tiger Mask” existe en realidad y participa de los espectáculos de lucha libre japoneses profesionales a modo de homenaje de la historia original.

El anime duró 38 episodios y cerró su trama de una forma épica. Un gran trabajo de Toei animación que demuestra que puede hacer cosas decentes cuando no escatima en recursos. Es una locura linda ver este anime por los delirios que presenta; traiciones, androides, revelaciones y mucho más en una historia entretenida y que tranquilamente podría ser emitida por los canales locales como Cartoon Network o similares.

87- Young Black Jack (2015)

Black Jack tuvo excelentes versiones animadas, la mejor de todas fue una saga de ovas en los 90’. Luego tuvo la “decente” serie de TV de principios del 2000 y que emitió Animax.

Con Young Black Jack encontramos un producto que combina lo mejor de ambos; la seriedad de la primera y la estética colorida de la segunda. Es un poco molesto tener que soportar el fan service a la platea femenina donde Hazama (el futuro Dr. Black Jack) vive sin camisa mostrando su fornido cuerpo porque….y bueh porque sí.

La trama nos cuenta los años universitarios de Black Jack, aspecto original que ni en la versión clásica de Tezuka se llegó a contar con profundidad.  Lo bueno es que la trama no ocurre en la actualidad, sino en los conflictivos años 70’, con la guerra de Vietnam de transfondo.

La idea es contar como el protagonista va volviéndose un genio del bisturí a la par que va detestando la corrupción de las prácticas médicas de la época. Salvo el final, cuyo villano se aleja del realismo que venía manejando es una buena serie para introducirse en el mundo de Osamu Tezuka.

86- Mairimashita! Iruma-kun (2019)

Otro anime que tranquilamente podría emitir Cartoon Network a la tarde, bueno... más o menos.

Si bien la trama y los personajes son bastante inocentes y las historias realzan la importancia de la amistad, la familia y luchar por tus sueños, tiene ese pequeño detalle de que todo se desarrolla en el mundo de los demonios.

Iruma es un adolescente de buen corazón pero cuya vida fue un infierno en la Tierra debido a que sus padres no lo querían y hasta lo obligaban trabajar en vez de mandarlo a la escuela. Para empeorar las cosas, lo terminan vendiendo a un demonio a cambio de dinero.

Lo bueno es que el demonio en cuestión no lo quiere comer, al contrario quiere adoptarlo como su nieto y mandarlo a la academia demoniaca donde ejerce de director. Sin otra alternativa, Iruma tiene que fingir que es un demonio para evitar que lo maten sus locos y “malvados” compañeros de clase.

Una comedia divertida, inocente y que de cierta manera recoge el legado de series como Beelzebub, al ser otra serie que maneja el humor y la comedia con aspectos del terror absurdo.

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