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Impresión Final: Rent a Girlfriend

Una serie que prometía mucho y tenía todo servido para volverse una imprescindible de la temporada, pero que al final no supo explotar toda su capacidad y se terminó conformando con la fórmula de siempre de "pobre diablo es un buen tipo y eso le atrae a las mujeres".

Le tenía muchas expectativas a Rent-a-Girlfriend, el PV y la sinopsis prometían tocar un tema que es vox populi en Japón, pero que de todas formas casi nadie se anima a poner sobre la mesa: el alquiler de novias como fantasía de tener una relación.

Es un tema incómodo de hablar y para el público no acostumbrado a las locuras japonesas esta profesión puede sonar –bastante- parecida a lo que es la prostitución y de hecho comparten mucho en común.

El chiste va de elegir una chica que te parezca atractiva en un catálogo y pagarle para que te haga compañía por un tiempo determinado, actuando como si fuera tu novia real; ir al cine, a comer un helado, pasea por el centro, todo el paquete! Menos en el tema del sexo y es en este punto que se diferencia de una "dama de la vida galante".

Explicado de esta forma, es incluso más parecido al servicio que ofrecían las geishas en el pasado. Donde además del servicio sexual, tenían que saber cantar, bailar e incluso leer y conocer de temas culturales o de política para el entretenimiento de los hombres que puedan pagar por ese servicio. Literalmente, le pagabas para pasar un buen rato y olvidarte los problemas de la vida cotidiana.

Solo que ahora, el joven japonés moderno quiere pasar el día en un parque o en el cine acompañado de una joven belleza que le dé la razón en todo y no lo cuestione. (Irónicamente, en este punto es más parecido al negocio de los besos de Butters de South Park).

Puede parecer patético –y de hecho la sociedad japonesa reconocen que lo es- pero no es más que otra muestra de lo que le cuesta al japonés promedio entablar relaciones interpersonales sin miedo al ridículo o la crítica. Hilvanando fino, incluso en esta cuestión si se asemeja a la prostitución, donde muchos hombres utilizan este servicio, pero casi ninguno admitirá que paga por eso.

Pero vamos a la serie en sí

La trama nos presenta al joven Kazuya, un universitario de veititantos que su familia lo presiona constantemente para que tenga una novia, se case eventualmente y les deje descendencia. Lo peor de todo, es que si no logra eso, para ellos es un fracasado en vida, sin importar que más haga.

Lo más loco de todo, es que Kazuya logra tener una novia al principio de la historia, pero esta lo deja al poco tiempo porque en realidad no estaba 100% segura de la relación.

Esto hace que nuestro protagonista caiga en una pequeña depresión y que con el tiempo entre a estas páginas de alquiler de novia y termine contratando los servicios de Chizuru, una joven hermosa, inteligente y que está bien rankeada en la página de citas.

En este punto es que medio arranca el conflicto principal de la trama: Chizuru hace todo bien en la cita para complacer a Kazuya, pero este nota que todo es falso y no logra “prenderse en esta fantasía” y termina descargando su frustración con la chica.

Esta, medio que deja de lado su papel de novia complaciente y le termina dando un sermón a nuestro inepto titular de que la vida no es fácil y que fue un iluso en pensar que alquilando una novia se iban a soluciona todos sus problemas.

Cosas van y vienen y con MUCHAS coincidencias mediante, como que las abuelas de ambos sean amigas y se crean la mentira de que son novios o que resulte que Kazuya y Chizuru eran vecinos todo este tiempo hace que el alquiler de este servicio se alargue por más tiempo.

Ahora no porque Kazuya quiera la fantasía de tener una novia para ahogar sus penas, sino porque en serio se terminó enamorando de la novia que alquiló…

La crítica final

Son varios los problemas que tiene esta serie, pero lo más triste de todo es que se siente como una enorme oportunidad desperdiciada.

El tema de alquilar una novia daba mucho jugo para conocer a diferentes tipos de chicas y estereotipos. Por ejemplo como sería alquilar una que siga el estereotipo de Tsundere, la que represente una Genki, la seria tipo Rei Ayanami, la Tomboy y mucho más.

También sobre el tema del manejo de este tipo de sistema, como se rankean, que hacen si un cliente se pasa de la raya, hasta dónde puede llegar los “permisos” que pueden llegar a conceder las novias, etc.

Por otro lado tenemos a Kazuya como el protagonista más débil que vimos en años. Ok, los shonen harém nos tienen que vender la fantasía de ser un pobre diablo al que se le enamoran miles de chicas porque “sos un buen pibe”, pero si no podés conectar con el protagonista, la fantasía no se cumple y termina sintiendo todo muy irreal y al final le terminás viendo todos los defectos que plantea el conflicto en vez de disfrutar lo que propone.

Kazuya miente continuamente para salirse con la suya y tampoco lo hace por buenas causas, lo hace por puro egoísmo; le miente a la familia para que no le rompan las pelotas, a los amigos para que no se burlen de él, etc. Realmente parece que no le importa si sus mentiras pueden dañar a otros mientras no se vea perjudicado.

La serie medio que quiere reparar este punto, mostrándote a Kazuya arrepentido de lo que hace y prometiendo entre lágrimas a todos los que lo ayudan a cubrir sus mentiras que va a cambiar, pero en el fondo no lo hace, sigue actuando egoístamente todo el tiempo.

Lo peor es que su faceta de “mostrar arrepentimiento” es la idea que nos quiere vender el autor de la serie para justificar que es un buen tipo y por eso las chicas se terminen enamorando de él. Y si eso no funciona, te inventa una situación muy exagerada donde les termina salvando la vida (¿?) como cuando Chizuru casi se ahoga o cuando Rika casi se cae por las escaleras.

Todas situaciones que si las pensás fríamente se podrían resolver en 5 minutos si el protagonista fuera sincero, se banque sus errores y fuera para adelante, pero hacer eso significaría que no habría trama.

Que bien!

La animación y el diseño de personajes son muy bueno y de hecho, es el gancho para entrar a una serie sin un propósito fijo.

Que mal!

Protagonista débil y cobarde que todo le funcione bien porque así lo demanda la trama.

El Congul

Pese a que todo el mundo odie al personaje de Mami, es irónicamente la única que actúa como una persona real en toda la serie y no en función a lo que le sirva al protagonista.

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