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Jaku-Chara Tomozaki-kun: lo importante es lo de adentro

 


En cuanto al terreno de las Light Novels en Japón por lo general encontrás de dos sopas: por un lado tenés un Isekai genérico y por el otro lado tenés una historia de romance de un tipo que afirma ser rechazado por la comunidad pero que una situación X, le permite darse cuenta que la cosa no es tan así.

La serie de Tomozaki-kun apunta para este último tópico. En este caso, la excusa es que el alienado de turno cree que nadie entiende su pasión por los videojuegos y por eso su vida en la preparatoria pasa por irse a casa y jugar al Smash Bros. (donde es un genio rankeado en el primer puesto).

La “situación X”, pasa cuando se entera que el número dos en el ranking del juego, lo invita a juntarse en persona para charlar debido a que tienen gustos similares. En ese momento “la revelación” es que se trata nada más y menos que de Aoi Hinami, compañera de clase y la más popular de su escuela.

Si bien hasta aquí parecería la cosa más cliché del mundo de las comedias románticas, el gancho de la serie pasa por las charlas entre estos dos personajes:

Aoi le hace entender a Tomozaki que la vida real puede ser como un gran videojuego, donde nacés con un avatar base y luego tenés objetivos, logros y metas por superar. Es decir que ser popular en un grupo social o el mejor deportista del curso, pasa por entrenar y “levelear” habilidades y no por simple capricho del destino como creía el protagonista.

Desde entonces la serie pasa por mostrarnos el recorrido de Tomozaki desde metas sencillas como “peinarse”, “practicar la sonrisa”, hasta cosas un poco más complicadas (para un introvetido) como pedirle el WhatsApp a una chica o asistir a una fiesta y animarse a contar un chiste.

En este punto es exquisito ver los debates que se dan entre los dos protagonistas una vez que van superando las “misiones”.

Sucede que a medida que va avanzado la trama nos damos cuenta que pese a ser tímido, taciturno y de renegar de la sociedad en general, Tomozaki tiene una visión muy humana de la vida y no quiere creer que todo se resume a estrategias y manipulaciones para tener amigos.

Mientras que Aoi de entrada se rindió y ve todo como algo que puede ser calculado y pensado por antelación. Demostrando que muchas veces la respuesta socialmente perfecta, no es otra cosa que una fachada para huir de los demás.

Ahora, ¿esto hace de la serie algo perfecta? Y digamos que falla en su ejecución.

El problema principal de la serie radica en su ritmo, como si no dieran mucho tiempo para al espectador para ir viendo esa “evolución” de Tomozaki de perdedor a galán.

Muchas veces también la serie peca del típico problema de todas las obras basadas en Light Novels: la sobre explicación de las cosas y los sucesos en vez de simplemente mostrarlos y dejarlos a la libre interpretación del espectador.

Todo el tiempo los personajes están explicando en palabras lo que pasa en pantalla, tipo “Aoi hizo esto por tal razón”.

El anime cuenta con 12 capítulos y dos ovas que adaptan la primera parte de la historia, aunque el final de esta primera temporada de por sí es bastante redondo con la reflexión final de Tomozaki sobre el debate de las relaciones sociales.

A principios de este año se anunció una continuación animada, pero sin aclarar si se trata de una segunda temporada, una película resumen o un mísero ova. Project No.9, fue el encargado de llevar adelante esta serie, estudio que se especializa en adaptar novelas, pero que le cuesta pegar con algún Hit, siendo sus últimos trabajos la miserable HigeHiro y la medio decente Shōjo-tachi wa Kōya wo Mezasu.

En este caso, el trabajo está por encima de lo aceptable, tanto en diseño de personajes como en animación en general.

Que bien!

La trama central queda decentemente resuelta al final de los 12 primeros episodios, por lo que no te deja esperando necesariamente una continuación.

Que mal!

Le falta dinamismo y algo de dramatismo en algunas situaciones como para tomárselo un poco más en serio.

El Congul

En la serie no te dicen que el juego en el que Tomozaki es un capo es el Smash, pero claramente es el Smash.



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