5 cosas que necesita un "buen" anime de Saint Seiya
Dieciséis años pasaron desde que finalizó en abril de 2003 la primera tanda de ovas de "La Saga de Hades". En otras palabras, en más de 10 años que a Toei Animation, no se le cae una idea de que hacer con la franquicia.
Descontando la película Tenkai-Hen (cuestionada, polémica, pero para fines prácticos, excelente), todo lo demás que sacó Toei (Omega, Soul of Gold, Shantia Sho, etc.) dejó un mal sabor de boca y solo parece que saca cosas con tal de ampliar la linea de juguetes Myth Cloth.
Dejemos de lado el anime Next Dimension que produjo TMS Productions (que encima para los japoneses fue un fracasado y Kurumada se encargó de dejar fuera del canon todo lo contado allí).
Vamos al pasado y recordemos las cinco cosas que son necesarias para que exista un buen anime de Saint Seiya:
1-Recuperar la OST clásica:
No hablo de remixar por novena vez los Openings Pegasus Fantasy o Soldiers Dreams. No hablo de copiar y pegar los OST clásicos. Hablo de seguir la misma línea de los temas clásicos.
Saint Seiya se podía dar el lujo de decir en los ochenta/noventa que tenía una de las mejores bandas de sonido. Esa mezcla entre música opera, techno y cantos gregorianos le daba una personalidad única a todos los enfrentamientos.
Podías escuchar arpas, guitarra eléctricas y todo parecía funcionar como un reloj suizo. Seiji Yokoyama hizo un trabajo increíble. Quizás hoy por hoy suene anticuado, pero era un sonido genuino el que se escuchaba.
Temas como Promise in Protection Star, Glide! Pegasus o Fight! Sanctuary te helaban la sangra y te ponían en sintonía con lo que se avecinaba!
2-Tomarse en serio el asunto de vida o muerte:
Una de las cualidades que llamaba la atención de la serie era el elevado nivel de violencia que manejaba.
Que Piscis le describa a Shun como una rosa (¡Una rosa!) le podía sacar cada gota de sangre hasta secarlo por completo. O como Ikki iba perdiendo cada uno de sus cinco sentidos de una forma lenta y dolorosa. No se compara ahora a una animación tosca de rayitos de luz tirados con las manos que parece no afectarles para nada porque al toque de recibirlos se vuelven a levantar.
En este punto, Saint Seiya se diferenciaba del resto de las series de acción, porque cada golpe o ataque realmente daba esa sensación de "dolor".
No es lo mismo ver como el personaje levantándose luego de caminar sangrando y quedar ciego mientras pierde hectolitros de sangre a un tipo con una superduper armadura de oro peleando contra otro mono vestido con una armadura colorida, mientras se tiran rayitos de colores que parece no afectarles.
3-Animarse a dar el paso de shonen a seinen
Series como Agent Cobra o Hokuto no Ken, entendieron que los tiempos cambiaron y lo que antes era considerado aceptable para los chicos. Hoy por hoy es imposible de concebir como producto televisivo sin meterle mucha mano para hacerlo family friendly.
Por lo que volvieron con obras mucho más adultas y crudas para otra clase de público. Un público que creció con ellos y saben lo que quieren.
Ojo, con volverse "más adulta". No entendamos la gran Zack Snyder con meter tramas y culebrones innecesarios como hacer a Hyoga traficante, Athena feminista o Shun directamente homosexual.
Sino, concentrarse en hacer algo atrayente, sin el miedo a que no pase el corte de la censura. Volver a la sangre. A los diálogos grandielocuentes sobre sacrificar la vida por un ideal. Las reflexiones sobre la religiosidad y hasta que punto uno está dispuesto a seguir a una diosa.
4-Volver a la animación tradicional
Dejemos de lado los experimentos extraños con animación 3D. Dejemos de reinventar la armadura de Pegaso.
Hasta el día de hoy, Saint Seiya Hades: Chapter Santuary se ve excelente.
Con esto no quiero decir que aceptemos los Gif animados con mil filtros que fueron las ultimas ovas de Hades: Chapter Inferno.
Esta animación es de principios de los 90' y no requiere gran puesta en escena:
5-Solo hacerle caso a Kurumada un 50% de lo que dice
El anime clásico de Saint Seiya. El que todos queremos y amamos. Fue una mezcla de distintas personas que aportaron su granito de arena en mejorar un producto. Que era bueno. Pero pecaba de anticuado y algo confuso.
Si fuera por Kurumada, los personajes tendrían los ojos cerrados cada vez que dan un discurso (lo que es el 70% de las viñetas). Los ataques, solo serían levantar el puño, sumado a un nombre ridículo.
Es gracias gente como Shingo Araki y Michi Himeno (diseños), Tadayoshi Yamamuro (dirección) y Seiji Yokoyama (música), que Saint Seiya funcionó.
Pulieron una idea que estaba buena. Pero que por sí sola era muy difícil de entender o asimilar. Incluso para los estándares de los años 80'.
De hecho, que la franquicia estuviera parada por tantos años y que las ovas de Hades: Inferno no tuvieran la calidad de Santuary. Se debe en parte a una pelea de egos.
Quizás este punto sea el más difícil de consolidar para que Saint Seiya como franquicia vuelva a elevarse...
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