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Retrospectiva Robótica N°1 | Ironman 28

De aquí a fin de año (o por lo menos hasta que lleguemos a la actualidad), dedicaremos una entrada a analizar la evolución de los robots gigantes o "mechas" que hasta el día de la fecha siguen siendo uno de los pilares de la industria del entretenimiento nipón. Aunque vale aclarar que el fenómeno últimamente viene en capa caida y ya no se producen tantas series como antes.

En su mejor época por temporada salían unas 5 o hasta 10 series basadas en esta temática. Hoy por hoy con suerte tenemos un representante por parte de Gundam y eso es mucho pedir...

En este "viaje temporal" analizaremos el nacimiento, la evolución, el apogeo, el renacimiento y el declive de este género por medio de sus mayores exponentes a razón de un robot por entrega. De esta forma será más facil analizar como el género se enfrentó a los diferentes cambios de época y de generaciones.

Comencemos:

Ironman 28 -Tetsujin 20-go!-


Para hablar del inicio del género tenemos que remontarnos al año 1956 con el mangaka Mitsuteru Yokohama y su creación: Ironman 28.

No es exagerado afirmar que el primer mecha de la historia (que años posteriores serían más grandes y poderosos que el propio universo), nació como un gran juguete a control remoto.

Este manga contaba la historia de Shotaro Kaneda, un niño bastante tímido que un día su padre, antes de morir, le regala un maletín-control remoto para que controle a Ironman 28 un robot gigante de su invención. La idea era que Shotaro pueda ganar confianza en sí mismo y pueda ayudar a la policía a combatir el crimen gracias al robot. Aunque originalmente el padre del chico no tenía unas intenciones tan nobles. Resulta que había creado al robot para que sirviera al ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial, pero cuando finalmente terminó al dichoso robot, la guerra había terminado.

Según comenta Yokohama, la idea de un robot gigante manejado por un niño vino de una inspiración doble: Cuando en su infancia sufrió en carne propia los horrores de la Segunda Guerra Mundial (recordemos que Japón estuvo en el bando perdedor) y una de las cosas que lo ayudaron a sobrellevar esa época fueron los mangas de Osamu Tezuka, en especial Astroboy. Por lo que se esforzó en su adultez en seguir sus pasos como mangaka.

Con la idea de crear historias para motivar a los niños a superar sus miedos y como un guiño al robot de Tezuka, nace Ironman 28.

Posteriormente el manga sería adaptado a una serie de TV en 1963, convirtiéndose también en el primer anime basado en un robot gigante.

Este "primer robot gigante" era simplemente eso: un robot enorme, de aspecto gordito y de nariz puntiaguda que carecía por completo de cualquier tipo de armas o ataques especiales. Básicamente se desenvolvía a los puños y muy posteriormente se le agregó la posibilidad de volar.

No tenía voluntad propia, por lo que no era otra cosa que un enorme juguete andante. Con esa idea, el autor quería recalcar la idea de que Ironman 28 podía ser usado tanto para el bien como para el mal, dependiendo de quién lo maneje.

Además de que sus aventuras eran bastante mundanas, como detener criminales, salvar gente de incendios y demás. De hecho, el único "rival", sería Black Ox, otro robot, pero que a diferencia de Ironman, si tenía voluntad propia.

Aunque simple, el primer paso en la vida de los robots gigantes fue dado con éxito. Es curioso como este primer robot partía de ideas simples, posteriormente, veremos como bien entrado en la década de los 60 y 70 la cosa traería varios cambias bieeeen locos.

El Opening de la serie de 1963



Para más información de IronMan 28, favor de leer la Japannext 09!


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