Opinión: por qué odio a Goh

No me agradó a Goh, esa magdalena histérica que metieron en la última temporada de la serie clásica de Pókemon.

Está bien, es exagerado quejarse y decir que una persona “adulta” odia un dibujito. Pero el daño tan grande que este mutante le ocasionó a una franquicia con la que creciste, me obliga, me exije, sacarlo de mi sistema.

Tengo muchas razones para justificar esta postura y me gustaría compartirlas sin un orden en particular. Para empezar, odio que sea un personaje creado exclusivamente para venderte la subfranquicia de Pokemon Go. No solo por el nombre, que es el detalle más obvio, no solo por su vestimenta y su “sueño” de capturar a todos los pokemons, que en el fondo eso es Pokemon. Sino porque venga a romper una tradición casi sagrada en los juegos: La de debilitar a los Pokemon para atraparlos. La cosa es así; Antes el “debilitar” a un Pokemon significaba tener que estar por encima de su nivel, por lo que el juego te obligaba a ser cada vez más fuerte para obtener a los más raros. Con “el sistema de Pokemon Go”, todo se basa en tirar la pokebola de una forma particular y ya. Los bichos ya no pelean, ya nada. Esa recompensa que venía luego de esforzarse e invertir tu tiempo en capturar a un bicho en específico, se perdió. El hijo de su madre hasta se fue a un “isla de Dragonites”, para capturarlos. Es decir, que al pokemon más dificil de obtener en los juegos originales, para Go, fue un paseo por el parque. Luego, la serie todavía lo premia con el profesor pokemon más jodidamente condecendiente de todos. El profesor Sakurai, literalmente le paga los pasajes (ida y vuelta) por todo el mundo para que obtenga todo lo que quieran. Ya hasta la idea de “viajar”, por tren, bicicleta, barco, etc. O incluso a pie, se pierde porque este desgraciado, lo tiene todo servido. Ah pero en cima el muy vergas va y te dice “no quiero ni un bulbasor, ni un charmander, mi primer pokemon será mew. Así de pendejo es. Encima durante los primeros capítulos se burla de Ash porque lo considera un atolondrado que “no sabe de pokemon”. El tipo que ya venía con una Liga bajo el brazo. Para peor, luego uno tiene que lidiar con sus problemas de autoestima cada dos por tres, que le da miedo pelear, que no quiere intercambiar sus pokemons porque los va a extrañar, hasta se fue llorando porque Ash le dijo que se iba por su cuenta al final de la serie.

Es una magdalena que literalmente no aprendió nada de su viaje.